Latitud 84 ° 10 '46 "N
Longitud 74 ° 22 '53
"W32 Pies de altitud
EL FRÍO QUEMABA SU PIEL, era como cuchillos cortando sus huesos. Ella dio patadas en el agua. Llegando treinta metros abajo, arrojo la mochila. Esta se hundió. No estoy muriendo, ella pensó. Este no es el fin. Ella miro a la superficie: Era como un oro verde. Agarrando el agua ella nado hacia ello.
Ella no podía sentir sus manos, era como estar sin brazos, sin piernas. Ella estaba entumecida y quemada, sus pulmones gritaron.
El oro verde se volvió negro. Quince minutos. La muerte del agua. Duele al morir.
Y luego no dolió más. Cassie fue envuelta por las corrientes. Se extendió hacia lo peces plateados y translucientes babosas.
El bacalao se arremolino alrededor de su cuerpo. Algo color verde claro flotaba en el agua como polvo en el aire. Bajo la vista hacia un jardín de estrellas de mar de un color naranja brillante y anemonas como de oro. ¿Este era el cielo? Pequeñas langostas se arrastraban en las rocas. Cangrejos con patas de arañas se revolvían sobre el barro para esconderse entre los suaves hilos de algas. Miro hacia arriba. Ballenas belugas ondulaban a través de la verde luz.
El agua se llenaba con los sonidos de sus chirridos y silbidos. Las miro nadar, cantar, en lo alto. No había langostas y Belugas en el cielo de nadie. Incluso sería extraño para un infierno. Ella sonrió y probó la sal. Fue más abajo en el agua. Viva. Pero ¿cómo? Ella esperaba que la ballena munaqsri la salvara. Pero ella no la vio. Tendría que tocarla para salvarse. Curiosamente nadie la estaba tocando. Entonces, ¿por qué se mantenía viva? ¿Y caliente? ¿Y sin dolor?
“¡Hola! ¿Hay alguien?” sus palabras burbujeaban en el agua.
La marea la llevo a través de los hilos de las algas. Cintas de color verde suave rozaban contra ella. Las algas cubrían el hielo suelto y el piso de debajo de modo que parecía un jardín de césped muy crecido. Cassie miro camarones Krill que parecían polvo moviéndose.
“¿Hola, alguno de ustedes habla?
No respondieron. Al menos no tendría que mantener una conversación con algo casi microscópico. Ella casi se rió de la imagen, pero luego el mar se oscureció. Cassie miro hacia arriba; la ballena estaba bloqueando el sol. Parecía como si pudiera tragarse el universo entero. Cassie no tuvo valor para el eclipse en vivo, sumamente consciente de lo mucho que no pertenecía a ese lugar. Estaba viva solo por la decisión de alguien, ¿Que pasa si ese alguien cambiaba de opinión? La ballena pasó sobre ella y en su estela, la luz del sol inundaba el agua. Ella no quiera estar ahí ni un segundo más. Nado hacia el sol.
La corriente se estrellaba contra ella, enviándola a caer por los lados. Su capucha cayó hacia atrás amontonando su cabello. Lo intento de nuevo, apuntando en diagonal hacia arriba.
Un enjambre de peces la atrapo. Los bacalaos con sus cuerpos plateados por la luz la rodearon, no podía mover los brazos, sin golpearlos a ellos. Los peces estaban al borde de su cabeza impulsándola hacia abajo, empujándola a través del agua. Ella se sacudió como un molino de viento y disperso a los peces.
Cuando el agua se aclaro, vio una forma, era el coral, una ciudad de coral, que se elevaba desde el fondo del fangoso mar. Estaba repleta de peces. La ciudad era un Manhattan orgánico. Era tan grande como el castillo del oso. Escucho una risa. Cassie giro en el agua.
“¿Quien está ahí?” gritó. En realidad podría ser cualquier cosa un crustáceo baboso de color rosa…Era una sirena.
Estaba subida en una roca con incrustaciones de sal, la sirena tenía escamas en la cola que se extendían por su plateada piel hasta llegar al ombligo. Su piel humana ondulada en suaves arrugas, era como un cuerpo ahogado e hinchado. Se echo a reír entre las corrientes de burbujas de aire.
“Tú eres algo mítico”
La risa de la sirena creció más salvaje y áspera. Sonaba como el romper de las olas. Un bacalao mordisqueaba el pelo de la sirena, estaba hecho de algas, su pelo flotaba alrededor de su cara como las serpientes de medusa. Cassie noto que la sirena no tenia dedos y un recuerdo llego a ella sobre una de las historias locales. Esta era la criatura que había dado lugar a las historias de Sedna, la mujer del mar Inuit, cuyo padre había cortado sus dedos.
¿Tú eres Sedna?, dijo Cassie. Meses atrás, el oso había mencionado a Sedna como la guardiana del Océano Ártico.
Con un movimiento de su aleta, la sirena se arrojo hacia Cassie, instintivamente Cassie se protegió su cara, pero la sirena giro a su alrededor en círculos como una corriente con burbujas.
“También me he enterado de ti” dijo Sedna. “Tú eres la chica que fue obligada a casarse con el oso polar para salvar a su madre de los trolls.”
“Nadie me obligo” dijo Cassie, “yo elegí salvarla” y ahora ella estaba eligiendo salvarlo a él. Ya sea si él la amaba o no. “ tengo que llegar al castillo que esta al este del sol, y al oeste de la luna, me ayudas?
“La ballena dice, que tienes a un futuro munapsri dentro de ti” dijo la sirena. Ella nado más rápido, un ciclón de burbujas llego alrededor de Cassie. Cassie presiono las manos sobre la curva de su estomago. En este momento era tan solo un feto.
“Aun no ha nacido, tal vez no quiera ser un munaqsri. Pero Oso ahora está vivo. Por favor ayúdame. No lo hagas por mí, hazlo por los osos polares”
“Criaturas de la tierra” dijo la sirena con desdén. Siguió nadando, agitando la cola en el agua. Cassie intento ver a la sirena, pero la sirena estaba nadando en forma borrosa. Continuaba dando vueltas alrededor de ella.
“Son casi mamíferos marinos” dijo Cassie. Era una controvertida teoría, pero su padre había hecho un estudio sobre ello. Tal vez al guardián del mar le gustaría esa teoría
“La grasa de sus pieles es resistente al agua y sus orejas son aerodinámicas, hay membranas entre sus dedos, ellos se están desarrollando en el mar. Por favor, tienes que creerme”
La sirena se echo a reír, las burbujas giraron en ondas. “Te estoy ayudando” dijo. “no te has ahogado”.
La sirena nado más rápido. Cassie se sintió mareada, cerró los ojos, pero el mareo continuo. Luego ella abrió sus ojos.
“Pero tengo que encontrar al oso” grito. Un ciclón de burbujas iba más y más rápido. Ella estaba rodeada, como en una red. Cassie nado entre las burbujas, pero ella fue lanzada de nuevo al centro. No podía ver a través de las burbujas
“Espera” dijo la borrosa sirena en verde plata, esta alargo el ciclón. Cassie vio como se iba extendiendo sobre el mar.
“Calla niña” dijpo Sedna “Ten confianza en el munaqsri. Queremos lo mejor para nuestro mundo, como todas las demás criaturas.
“Los trolls no” dijo Cassie a través de las burbujas “Los trolls no quieren lo mejor, quieren que los osos polares se extingan”.
“Nadie sabe lo que los trolls quieren” dijo la sirena “Tienes que ir con el padre del bosque. El sabe la mejor manera de ayudarte.”
“Quien es él?” le pregunto con ansiedad “ ¿Cómo puedo encontrarlo?"
El ciclon se derrumbo a su alrededor. Las burbujas golpearon la piel de Cassie. Ella comenzó a gritar, apretando las burbujas. Cassie volo, al igual que un chorro de pintura de un tubo, ella derribo el ciclón en el agua El rugido del agua ahogo su grito cuando ella paso rápidamente por un túnel de burbujas. Justo cuando pensaba que el viaje no tendría fin. Sintió el mar ondular por debajo de ella y el ciclón de burbujas la empujo en el aire. Ella salió del agua. El sol golpeo sus ojos.
“¡Whoa! Grito mientras se apresuro a subir por la orilla.
Fin del capitulo
Traducido por Rania.
Nota del traductor
Camaron Krill : Una especie de camarón antártico.