sábado, 6 de marzo de 2010

Bloom Capitulo 13

Bloom

Por Elizabeth Scott

Capitulo 13

Traducido por Caty

Evité a Evan el lunes. Y el martes. No lo buscaba en los pasillos ni en la cafeteria. Me quedaba mirando a Axel en clase de historia, como si fuera interesante de verdad, lo que no era una tarea fácil. Falté a la práctica de la banda de jazz, diciendo que no me sentía bien, para lograr que Katie me llevara a casa, aunque el concierto era esta semana y yo sabía que el Sr. Herrity iba a ponerse furioso conmigo. Me metí de lleno en lo que tenía y me mantuve cerca a Dave. Veía a todas las personas que lo observaban, sus miradas desviandose hacia mi. Me decía a mi misma lo afortunada que soy. Lo feliz que soy.


Katie me dijo que la fiesta estuvo bien, mejor que bien. Clara ni siquiera asistií. Ella está muy feliz por eso, y estamos discutiendolo de nuevo (la tercera vez desde el lunes, mientras tomamos el camino largo hacia el parqueadero, caminando alrededor de la escuela, para que Katie pueda “encontrarse” con Marcus, mientras el espera para usar la sala de pesas. Desde qeu nuestro equipo de fútbol ganó una temporada, Marcus se unió al equipo de lucha para mantenerse en forma y tiene que pasar la mayoria de sus tardes entrenando o ejercitandose.
Cuando pasamos por la biblioteca, veo a Evan dirigiendose adentro.

La cosa es, que evitarlo me ha hecho pensar más en el. No podría decirte lo que se supone que aprendí en cualquiera de mis clases, ni siquiera en música. Todo en lo que he estado pensando es en no pensar en Evan.

El me mira mientras pasamos al frente, y sus ojos, oscuros y serios, se encuentran con los míos. Muerdo mi labio y sigo caminando, sigo en silencio. Pero no aparto la mirada, incluso cuando se que debería, y tengo que esforzarme para evitar girarme y seguirlo mirando cuando lo sobrepasamos. Y cuando Katie, como se suponía, se encuentra con Marcus, pienso en regresar a la biblioteca. Sería muy fácil. Simplemente le diría a Katie que me olvide de algo, que iba a encontrar a alguien más que me llevara. Ella está distraida, probablemente nisiquiera me escucharía. Podría volver a la biblioteca, podría caminar por la mesa de Evan. Podría decirle hola, preguntarle si me puedo sentar. El me miraría y diría-

“Hola” Los brazos de Dave se envuelven a mi alrededor, su barbilla acariciando la parte de arriba de mi cabeza. “¿Que están haciendo?”
“Lo usual” digo, señalando a Katie y a Marcus.
“Además de morirte por verme, ¿verdad?”
Levantó mi cabeza y lo miro. El está bromeando, con una luz gentil en sus ojos.
“Por supuesto. Y apuesto a que tu estabas esperando que yo pasara por aqui, ¿verdad?”
“Deseandolo”, dice el, y ya no está bromeando, su voz suena baja y preocupada. “Podemos-¿Podemos hablar un segundo?”
“Claro” Le digo, sorprendida por la petición.

Dave es siempre educado, por supuesto, pero esto es extra educado, incluso para el. El se ve preocupado también, su frente arrugada, de la forma en que lo hace cuando el tiene que decir algo a cerca de lo que se siente mal, y el no está mirandome mientras nos alejamos de todos los demás. Supongo que lo que sea que quiere decirme, no quiere que nadie más lo escuche. Me pregunto que podrá ser por un momento y entonces me doy cuenta.
Va a terminar conmigo.
La parte triste es que no estoy disgustada. Ni un poquito. El y yo hemos estado juntos por más de un año, y ahora vamos a terminar y... Yo estoy pensando en Evan. Estoy pensando que si esto no se tarda demasiado puedo decir que necesito estar sola. Puedo entrar de nuevo a la escuela. A la biblioteca.

Dave me lleva afuera, a una de las bancas en las que la gente se sienta para decirles a quien se sienta con ellos algo que no quiere escuchar.
Nos sentamos y sigue sin mirarme, en lugar de ello, se queda mirando un lugar justo sobre mi hombro izquierdo, como si no pudiera o realmente no quisiera mirarme. Yo doblo mis brazos y espero que comience a hablar.

Algunas veces daría lo que fuera por ser una chica normal. Por ser el tipo de chica que se sentaría aqui y sentiría lo que se supone que sienta. Yo debería estar triste, lo se. Pero no lo estoy. No soy el tipo de chica que debería ser. Soy yo, simplemente yo, y cuando Dave dice. “Lauren, ¿sabes como algunas veces hay cosas realmente dificiles de decir?” Yo me inclino y tomo una de sus manos entre las mias.

El no habla, asi que yo digo. “Dave, está bien. Simplemente dímelo.”
“Se trata de mis padres. Están enloqueciendome.”
Wow, el se oye tan triste, casi culpable. A lo mejor el ya tiene a alguien más y- Espera.
“¿Tus padres?”
El asiente. “Ellos están preocupados porque piensan que hago demasiadas cosas. El fin de semana ellos me obligaron a sentarme y a hacer una lista de las cosas que hago, entonces dijeron que no tenía tiempo suficiente para relajarme. Yo pensé que ellos me comprendían, pero no. Ellos no entienden que esto es lo que quiero hacer. Ellos no me escuchan.”
“Por favor,” digo yo sin pensarlo, mi voz suena agresiva, gracias a lo decepcionada que estoy de que fuera eso lo que el quería decirme. De que el no quisiera terminar conmigo. “Ellos te escuchan. A ellos les importa tanto lo que haces que quieren asegurarse de que no hagas más de lo que puedes”
“Pero es como si no confiaran en mi”
“No. Ellos te conocen, te aman. Tu eres afortunado. Tu no sabes lo afortunado-” Yo me detengo, miro al suelo. No quiero hablar sobre esto. No ahora. No con Dave.
“Hey” dice el, su voz preocupada. “¿Estás bien?”
“Lo siento” digo yo, forzando las palabras, luchando por mantener mi voz calmada. No puedo creer que no haya terminado conmigo. No puedo creer lo molesta que estoy porque no lo hizo, pero lo estoy. “Simplemente estoy cansada, o algo. ¿Que vas a hacer?”
“No lo se” dice el, y se inclina, tomando mi cara con una mano y levantandola gentilmente, “Hablar con ellos, supongo. Decirle a mi novia que la amo y que creo que es maravillosa.”
“Yo no soy maravillosa”
“Tu eres perceta,” dice Dave, y me besa.
El no sabe nada sobre mi.

El día siguiente, mientras Katie y yo entramos al parqueadero, ella ve a Marcus hablando con alguien. Ella disminuye la velocidad, baja su ventanilla y llama a Marcus. El se gira y la saluda con la mano, pero no se dirige hacia nosotros, simplemente se concentra de nuevo en su conversación.

El está hablando con Evan. Y sobre lo que sea que estén hablando, debe ser muy importante, porque ellos siguen hablando cuando Katie y yo nos dirijimos hacia ellos. Justo antes de los alcancemos escucho a Marcus diciendo algo, pero es demasiado silencioso para que pueda entenderlo. Evan sacude su cabeza y mira hacia el pasillo.
Me mira directamente a mi.

Yo se que he hecho planes para evitarlo y todo, pero no me importa. El está justo alli, su cabello desordenado, oscuro, y brillando incluso bajo el nublado sol, vestido con jeans manchados con lo que parece pintura, o grasa, o los dos, vendajes en los nudillos de dos de sus dedos. La gente camina a su alrededor, empujandolo, como si nisiquiera lo vieran, y yo no lo comprendo. El es todo lo que puedo ver.

El me sonríe y yo le sonrío de vuelta.

El brazo de Katie golpea el mio. “Lo siento,” dice ella. “Dave te está llamando”

Miro alrededor y veo a Dave parado en medio de una multitud, todos ellos esperando que diga algo, esperando que los note. Dave es la versión femenina de Clara- excepto que el es una buena persona de verdad y no parece notar lo popular que es. Miro alrededor y me doy cuenta de que casi todos están mirandolo, como si cualquier cosa que dijera o hiciera fuera lo más importante que cualquiera haya visto o escuchado. Miro de nuevo a Evan.

El sigue mirandome, y cuando nuestros ojos se encuentran de nuevo, su sonrisa se vuelve un poco más aguda, un poco más burlona, y me siento sonrojarme, incluso cuando no se porque lo hago. Marcus se queda viendome, siguiendo la mirada de Evan, y frunce el seño un poco.

“¡Adios!” dice Katie, su voz brillante de la misma manera en que suele ponerse cuando está disgustada o preocupada, o ambas. Yo la miro, y ella mira incisivamente a Dave.
“Adios” digo en respuesta, preguntandome cual es exactamente su problema, y miro hacia Evan de nuevo.

El se ha ido, caminando hacia la escuela, y sólo Marcus está alli, aún mirandome con su ceño ligeramente fruncido. Me dirijo hacia Dave.

Dave reporta que todo con sus padres salio bien y me lo agradece de nuevo. “Tu realmente me recordaste lo geniales que son”, dice mientras caminamos hacia mi primera clase. “¿Y eso que dijiste a cerca de lo afortunado que soy? Papá dijo que suena como algo que le diría mamá cuando está enojado. El dijo que nosotros le recordabamos la relación que el y mamá tenían cuando comenzaron a salir y me dijo que me asegurara de conservarte.”

Me preguntaba que pensaba Dave de eso. Yo lo mire, pero no pude leer nada en su cara. El se veía feliz, igual que siempre.

“¿Tu quieres conservarme?” Le pregunto, y el parpadea, como si estuviera sorprendido por la pregunta, y por un segundo, tan sólo un segundo, creo ver una sombra de algo en sus ojos. PEro entonces la campana suena y alguien se apresura a pasar entre nosotros, empujandolo hacia mi, y para cuando el se aleja, ha desaparecido.

Después de eso el día es basicamente igual a cualquier otro, excepto que en la segunda hora recuerdo que el concierto de la banda de jazz es hoy. De hecho no lo había olvidado realmente. Simplemente estaba demasiado asustada (y está bien, sintiendome culpable por haber faltado al ensayi) que pensaba que había gastado toda la preocupación que tenía disponible anoche, cuando no fui capaz de dormirme hasta las tres. Supongo que no lo había hecho porque de repente me convencí a mi misma de que había olvidado traer mi clarinete a la escuela incluso cuando sabía que si lo había traido. Levanté mi mano y pedi permiso para ir al baño, y despues de mucho rogar, obtuve un pase para el pasillo y me dirigi a mi casillero. Mi clarinete estaba alli, seguro en su pequeño estuche. Gracias a Dios. Regresé a la clase justo a tiempo para un examen sorpresa y el hecho de saber que iba a perderlo fue casi suficiente para alejar mi mente del concierto. Casi.
Practiqué mucho mi solista durante el fin de semana, pero había faltado a la práctica y sabía que el Sr. Herrity iba a estar molesto conmigo por eso. Y por supuesto, cuando me dirigía al salón de música antes del almuerzo (lo mejor de los conciertos, aparte de tener un solista en uno, era dejar la escuela durante algunas horas) el me aleja a un lado y me pregunta si creo que estoy lista “porque si no has estado practicando, es mejor que me lo dihas ahora que esperar a que todos se den cuenta durante el show.”
“Estoy lista” Le digo, y lo estoy. O por lo menos creo que lo estoy.
Todos entramos al bus, y mientras continuó me doy cuenta que tengo que participar en el juego de donde-me-siento. Tanto como me gusta la banda de jazz, lno conozco o no le hablo a la mayoría de las personas en este bus. Quiero decir, tanto como me molesta que Katie hable mal de mi clase de música, ella tiene razón en que es algo de perdedores. Entonces veo a Gail sentada junto a una ventana, el asiento a su lado vacío y me siento aliviada. Si nada más se nos ocurre podemos hablar de Axel.

“Hey” digo cuando me siento, y ella me mira, sorprendida.
“Hey”
El bus arranca, y salimos de la escuela. Es un alivio ver la gran pintura de la mascota de la escuela, una gran nutria amarilla y azul, desvanecerse en la distancia.
“Voy a tener pesadillas con esa nutria cuando esté en la universidad” murmura Gail y yo me rio, y antes de darme cuenta estamos hablando de la pieza que contiene mi solo y yo digo, “Estoy demasiado nerviosa. ¿Que pasa si lo arruino?” De hecho se siente bien hablar sobre las cosas con alguien, en lugar de dejar toda la preocupación en mi interior como un gran, frío nudo.
“Tu no vas a arruinarlo. E incluso si lo haces”-Gail baja la voz, inclinandose hacia mi-”no podrás superar a Andy Plotnick”.

Las dos nos reimos. Andy es el primer trompetista, y el año pasado tenía una pieza completa como solista, y la primera vez que la tocó en un concierto, lo arruino completamente. No solo eso, en lugar de continuar después de que erró su primera nota como una persona normal hubiera hebo, el se detuvo y dijo, “Esperen, esperen, dejenme empezar de nuevo.” Todo el mundo se rió-incluso el Sr. Herrity, aunque trato con todas sus fuerzas de no demostrarlo- y durante el resto del año, cada vez que alguien cometia un error en clase, decía “Esperen, esperen, dejenme empezar de nuevo.”

Alguien llama a Gail, diciendo su nombre en un tono extraño, arrastrandolo malvadamente, riendose. Su cara se pone roja, y me giro para ver quien lo dijo.
Es Carl, uno de los percusionistas, y cuando me ve, se ríe incluso más fuerte y dice, “¿La novia de Dave Hall? Hombre, desearía ver su cara justo ahora”
“¿Cual es su problema?” Pregunto, girandome de nuevo para mirar a Gail. “Quiero decir, además de los evidentes”
Espero que ella se ria, pero no lo hace. Ella simplemente se encoje de hombros, con su cara aún roja.
“Dejame adivinar, te invito a salir y tu te negaste.” Carl invita a salir a cualquiera, en los días previos a Dave, acostumbraba intentar consolarme con el hecho de que si nunca tenía un novio, por lo menos me habían invitado a salir. A pesar de que en realidad, que Carl te invitara a ir a tu casa a jugar algún extraño juego de rol y a conocer su cuarto, era más deprimente que no tener a nadie que te invitara.
Gail sonríe, un poquito, pero sacude su cabeza.
“Oh, está bien.” le digo. “De verdad. El lo hace con todas y siempre actúa como un asno después. Uno creería que a estas alturas estaría acostumbrado al rechazo. ¿Te invito a conocer su habitación?”
“Realmente el no dijo eso. Quiero decir, es tan estupido-” Ella se pone de pie, mira de nuevo a Carl, y entonces a mi. “El lo dijo, ¿verdad?”

Yo aciento y ella se ríe, y el resto del camino en el bus está bien. Divertido, incluso.
El concierto es... bueno, en realidad es bastante patético, como sabía que iba a ser. Tocamos en un hogar de retiro, para un montón de ancianos sentados en el parque, la mayoría de los cuales ni siquiera nos estaban mirando a nosotros, sino al cielo o al suelo.

Pero es un día hermoso, y cuando estoy tocando mi solo miro a los ancianos y me siento bien. No es porque esté tocando bien, aunque, milagro de los milagros, no lo estoy haciendo para nada mall. Es porque los estoy haciendo felices. Puedo ver a algunos de ellos llevando el ritmo de la música con sus cabezas, o con sus pies, y algunos de ellos están sonriendo. La música está haciendo esto por ellos, y yo soy parte de ello. Es una sensación increible. Me pregunto si Evan comprendería como me siento justo ahora. Apuesto a que lo haría.

No es hasta después, mucho después, en el bus de regreso a la escuela, cuando pienso en Dave y me doy cuenta que nunca pensé en el mientras tocaba. Ni una sola ves. Nunca pensé en contarle sobre mi solo. Significaba mucho para mi, era importante de una forma en la que la mayoría de las cosas no lo son, pero no quería compartirlo con el y sé, de añguna manera, que nunca lo haré.
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