viernes, 24 de septiembre de 2010

ICE CAPITULO 10

DIEZ
Latitud 70 ° 49 '23 "N

Longitud 152 ° 29 '25 "W
Altura de 10 pies


CASSIE NO RECORDABA que la estación fuera tan fea. Ella siempre había pensado que se parecía a una sopera volteada hacia un lado, pero en lo que nunca reparo es en lo vieja que se había convertido la sopera. Sus paredes metálicas estaban salpicadas con manchas de color rojo-marrón oxidado. Las paredes del cobertizo estaban peores. Todo el complejo parecía extraño en comparación al desierto de hielo prístino. Después de tantos años de salir y entrar por aquella abollada puerta sin tan siquiera mirarla. Al mirarla ahora se sentía… extraño.

Ella se bajó de oso, pero su mano se quedó en su cuello. El giro la cabeza para mirarla con ojos conmovedores.

"Se ve diferente, eso es todo", dijo ella, en respuesta a su pregunta no formulada.
"Tu eres diferente", dijo.

"Este lugar no será tu casa nunca más."

“No seas melodramático", dijo ella, quitando la mano de su cuello.

"Esto ya es bastante difícil." Dijo ella.

"No quiero que abandonarme sea tan fácil." Él le dijo.

"Bueno, no lo es." Dijo ella.

Dejo de verle y ella volvió a mirar todo el complejo de la estación. Marcas de patinazos
Cruzaban por delante del cobertizo, ellos se dirigían detrás de la estación. Max estaba aquí.

Max. Owen. Liam. Scott. Jeremy. Papá y. . . y mamá. Ahora que ya no estaba tocando al Oso, el frío atravesó sus mejillas. Cassie cerró el cierre de su capucha.

"¿Tienes miedo?" Preguntó Oso con suavidad.

"Me siento en el infierno," dijo Cassie.

Era ridículo estar nerviosa por conocer a su propia madre. Este debería ser el mejor día de su vida.Pero sus pies no se movían. Todo lo que tenía que hacer era caminar hacia la puerta y abrirla y ahí estaría su madre.

"Puedes venir conmigo", dijo Cassie.

La nieve caía a través de la puerta en el silencio.

"Sé que tú no quieres eso," Oso dijo finalmente.

Ella asintió con su cabeza. Ella no sabía qué le había hecho decir eso.

"Alza la bandera de la estación y vendré por ti", dijo el oso.

Ya basta de pensarlo tanto, se dijo. Era el momento de hacerlo. Hecho su mochila al hombro y Cassie marcho rápidamente a través de la iluminada nieve. Al estar más cerca, escucho el zumbido del generador, un sonido cómodamente familiar, como un perro que gemía dándole la bienvenida. Ella camino más y se detuvo delante de la puerta.

Detrás de ella, escucho al Oso decir, "Te amo".

De repente, llegar hasta el interior parecía más fácil Negritaque quedarse afuera. Sin mirar al Oso, ella abrió la puerta. El olor de los cuerpos sin lavar la golpearon como una ola, ella se tambaleó hacia atrás al sentir la acidez. Armándose de valor, entró y cerró la puerta detrás de ella. Respirando muy bajo a través de su máscara, abrió la segunda puerta.Ahora ella se encontraba en casa.

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Cassie se quedó de pie frente a la segunda puerta y parpadeó, sus ojos se adaptaron a la lluvia de colores: chalecos de color naranja, parkas rojos, brillantes mochilas de color azul, cuerdas para escalar verde y morado. Poco a poco, los colores se tornaron en formas familiares, empezó a relajarse. Montones de materiales, pilas de archivos, nidos de ropa encima y alrededor de los escritorios y archiveros. . . Ella conocía bien todo este lío. Cassie se despojó de su ropa exterior. Podía escuchar voces desde el taller de Owen. Ella dejó su mochila y equipo sobre su escritorio y se acercó a la puerta que estaba entreabierta.

La escena era muy familiar: Max y Owen estaba en la mesa de trabajo. Ellos discutían sobre un pedazo de motor. Apoyándose sobre el marco de la puerta, Cassie los observo. Max y Owen. Sus dos pseudotíos.

Ella solía jugar aquí mientras ellos discutían sobre algunos trozos de metal, tal y como lo hacían ahora. Sintió una sonrisa tirar sobre sus labios.

"Linda tostadora", dijo ligeramente.

Owen dejó caer la pinza.

"Tu deberías tener más cuidado con ese equipo", dijo ella en forma de broma.

"Trátalo como si fuera un bebé."

Max se quitó sus gafas protectoras, tenía marcas de mapache debajo. "Cassie? Lassie!"

Él saltó sobre un caballete y la envolvió en sus brazos, en un abrazo de oso. ¡Max! Ella lo había echado de menos! Ella lo abrazó fuertemente.

"Mirala es, Cassie, Lassie!"

Owen le miraba con el ceño fruncido.

"Cassie?", Dijo.

"Soy yo. En carne...." Lo que ella quería decir. Es que era bueno verlos, sorprendentemente bueno. Se había concentrado tanto en sus padres que no había pensado en lo que sería ver al resto de su familia.

"Es bueno estar en casa" Ella estiro sus brazos y aspiró el olor de la casa: invierno añejo. Ella tosió.
"Cassie. . . no sabíamos si estabas viva o muerta, Lassie ", dijo Max.

"Tu madre siempre creyó que tú estabas viva", dijo Owen.

Su madre. Cassie sintió que su corazón dejo de latir por un instante. Oso había cumplido. Su madre estaba aquí. Viva y aquí. Cassie no se había dado cuenta de que hasta este momento, la duda aun había estado al acecho. Sin embargo, escucharlo de los prosaicos labios de Owen, aquí en la estación no mágica y ordinaria era extraño. . . Cuando su ritmo cardíaco se reanudo, este se sintió más fuerte, como un timbal bajo la piel, y su voz sonaba muy lejos de sus oídos.

"¿Dónde está ella?"

Max sonrió ampliamente.

"Vamos, Cassie Lassie."

Él envolvió el brazo alrededor de sus hombros y la guió para salir por la puerta.

"Quiero ver la expresión en sus rostros cuando te vean."

Cassie se dejo conducir. Ella no sentía sus pies tocar el suelo. Apenas vio por donde ella estaba caminando. Sus rostros, en plural, cuando te vean. Max la impulsó a través del laboratorio de investigación hacia la cocina. Él la libero cuando ellos entraron.
Sólo había una persona en la cocina.

Su padre estaba sentado en la mesa con su cabeza inclinada sobre su libro de notas. Había una olla detrás de él a fuego lento en la cocina. Por un largo momento, ella lo miró, sintiendo su tambor interior, incapaz de comprender lo que estaba pensando o sintiendo.

Después de pasar meses con el oso, su padre de seis pies parecía pequeño y frágil. El color gris veteado de su pelo y su cuello se hundía por debajo de la barba de hombre montaña. Ella había olvidado su color gris. Ella lo miró fijamente, tratando de igualar a este hombre de sus recuerdos. ¿Cómo es que ella alguna vez había encontrado a este hombre intimidante? Ella quería cruzar y llegar hasta él y apartar el pelo de sus ojos. Se veía tan. . . humano.

Max se aclaró la garganta, y su papá hecho un vistazo encima de sus papeles.

"Hola, papá", dijo.Parecía aturdido, como si ella hubiera caído del cielo a la cocina. Recuperándose, el salió disparado de su silla. Empujo la silla ruidosamente hacia atrás. Y con dos grandes pasos, estaba delante de ella. La aplastó en un abrazo.

"Oh, mi niña", dijo.
No la había llamado así en años. Cassie se tragó un nudo en la garganta.

"¿Dónde está mamá?" La palabra sonaba extraña en su boca.
Su rostro se dividido en una enorme sonrisa. Sin soltarla de los hombros, él la llamó.

"Gail! Gail,! Ella está en casa! "Él le apretó los hombros. "Gail!"

Cassie escucho pasos detrás de ella en el pasillo. Los pasos presurosos de su madre. Los músculos de la espalda de Cassie se tensaron. Los pasos se detuvieron en la puerta y su padre la dejó en libertad. Pero Cassie no podía darse la vuelta. Sus pies se sentían pegados al piso. Ella había soñado con esto muy a menudo durante mucho tiempo. ¿A qué le tienes miedo? ella se dijo a sí misma. Date la vuelta. No, yo no quiero.Resiste, se dijo. Maldición gira y mira alrededor.

Poco a poco, se dio la vuelta y miro el contador, los gabinetes, las paredes, Max, Owen. . . "Gail", Así llamo papá a la mujer en la puerta.

"Ella es Cassandra. Cassie, esta es tu madre. "

Ojos verdes. No había otro pensamiento coherente en Cassie durante un largo momento. Ella miró a los ojos de su madre y sintió como si su cerebro girara. Cassie tenía los ojos de su madre.

Pero el parecido terminaba ahí, en los ojos. Gail era más baja comparada con Cassie, quizá de cinco pies. Tenía el pelo negro, no rojo. En lugar de los pómulos pronunciados, ella tenía suaves mejillas de muñeca. Vestida con una blusa roja y jeans, no se parecía en nada a Cassie, excepto los ojos.

"Madre", dijo Cassie, probando.

Su madre tragó saliva y agitó las manos como si no estuviera segura de qué hacer con ellas, como si estuviera sorprendida de que ella tuviera manos.

“Me puedes llamar Gail, si eso te hace sentir más cómoda", dijo ella, con voz temblorosa.
Su madre era una extraña llamada Gail.

"Gail", dijo Cassie.

Ella nunca se imagino utilizar el nombre de pila de su madre. Cassie intentó sonreír.

"Muy gracioso. Para la hija del Viento del Norte. Gail".

Su madre brillo con una sonrisa como de un comercial de Crest (pasta dental).

"Es la abreviatura de Abigail." Dijo estúpidamente.

Cassie se preguntó en donde su madre había encontrado aquí un lápiz labial. Era tan rojo como las manzanas Red Delicious y como inapropiado para usarlo con pantalones vaqueros de algodón cincuenta por ciento más bajo.

"Oh," dijo Cassie, sin dejar de mirarla. Su madre parecía más pequeña de lo que había sido en sus ensueños.

La sonrisa se desvaneció, y Gail retorció las manos.

"¿Podría yo. . . ¿Estaría bien si te abrazo?".

"Tal vez", dijo Cassie. ¿Lo era? "Sí".

Gail dio un paso hacia ella y torpemente tendió los brazos. Cassie dio un paso hacia adelante correspondiéndole. Su madre olía a pino, como el aire salvaje. Sus brazos se sentían huesudos alrededor de la espalda de Cassie.

Cassie colocó las manos en los omóplatos de su madre. Ella estaba abrazando a una desconocida. Este cierre, Cassie podía sentir el abismo de cada año, cada minuto.

Su madre dijo suavemente, "Mi bebé. Mi pequeña niña".

Y algo dentro de Cassie se rompió. Ella lo sintió así, como un abeto que caía bajo el peso del hielo de invierno. De repente, las mejillas de Cassie estaban mojadas. El agua llenaba sus ojos y ella no podía ver. Hundió fuertemente la cara en el hombro con esencia a pino de su madre. Y los brazos de su madre comenzaron a temblar.

"Mi bebé, mi bebé." La voz de Gail se quebró. Ella estaba llorando también.

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Algo tenía que pasar después de esto. Cassie nunca había pensado que pasaría más allá del primer hola. Pero ahora el primer momento había terminado y Cassie no sabía qué decirle a esta desconocida mujer, su madre.Owen, Owen, de todas las personas el llegó a su rescate. Ella no se había dado cuenta siquiera de que él y Max aún estaban en la habitación.

"¿Cómo lo hiciste. . . ¿Cómo escapaste? ", Preguntó Owen.
Agradecida por eso, Cassie se volvió hacia él.

"No me escape. Yo solo le pedí que me trajera, y el oso me trajo a casa."

"Justo así de esa manera?", Dijo Gail, con vos sorprendida.

Cassie pensó en el Oso afuera de la estación. Le había dicho, Te amo.

"Justo así" ella mintió.

"Pero las promesas munaqsri no pueden ser rotas", comenzó a decir su madre.

"No importa," Papá la interrumpió.

"Ahora ella esta está aquí. Ella es libre."

Las promesas Munaqsri si importaban. Su madre, Gail, lo corrigió ella estaba en lo cierto. Cassie había hecho votos, promesas, a un munaqsri. Él podría haber hecho su estancia permanente si hubiera querido. Pero él había decidido dejarla ir, a pesar de que la amaba o tal vez, ella tenía la idea repentina, de porque él la amaba?

"No dejaremos que él te lleve nuevamente", dijo su padre.

"Oh, no, no es así", dijo Cassie rápidamente.

"No es así. Somos. . . amigos concluyó ella, por falta de una mejor palabra. Hasta que la época de nacimientos había iniciado, el había sido su constante compañero. Habían hablado y se habían reído y habían gastado cada segundo juntos.

"¿Amigos? Con el monstruo que te sacó de tu familia? Con el monstruo que te impidió estar con nosotros durante meses? Cassie, pensábamos que podrías estar muerta. "

Cassie se sonrojó. Ella al menos debió mandarles un mensaje. Pero nunca pensó en ello. Fue culpa suya que ellos se hubiesen preocupado.

"No es un monstruo", dijo. Él había dicho que la amaba. . . . Deja de pensar en eso. Ella estaba aquí con su madre, su madre, que estaba aquí y viva.

"Lo que hiciste…" Dijo Gail. "Fue muy valiente. Gracias."

Ella no sabía ser "valiente". A ella le había gustado el castillo. Ella había patinado en el salón de baile, diseñando nuevas esculturas para el jardín topiario, perdiendo partidas de ajedrez. Su madre la estaba esperando para hablar.

"No podía dejarte. . . ahí ", dijo Cassie. En un castillo troll. Todavía sonaba inverosímil. Gail agitó las manos, obviamente incómodo. Tenía los dedos largos y delgados, con uñas cristalinas y una piel tan suave. Estuvo durante dieciocho años con los trolls y ella no parecía estar peor o desgastada.

"¿De todos modos, que son los trolls?", Preguntó Cassie, la pregunta salió más dura de lo ella había previsto.

"Cassie, a tu madre no le gusta hablar de ello", dijo papá.

Gail negó con la cabeza. "Está bien, hazlo," ella le dijo a Cassie.

"Realmente hay trolls haya afuera, y yo en verdad estaba atrapada en su castillo."

Cassie desvió la mirada, incapaz de seguir mirando esos ojos verdes tan familiares pero a la vez desconocidos. Ella no tenía la intención de romperse así, no con ella. Papá, tal vez, había dejado a su mujer atrapada en un castillo porque le era imposible, dejar a Cassie para ir a salvarla.

"Los trolls son. . . es difícil de explicar. Es un nombre inadecuado ", dijo Gail.

"Ellos no tienen una forma, no hay cuerpos físicos. Su reina se elige entre los que pueden sostener una forma por más tiempo, pero aún así. . . "

Su voz vaciló. "Es una isla de espíritus salvajes."

"¿Cómo fue que realmente Oso te dejo en libertad?" Cassie le preguntó. Oso no se lo había dicho. Ella nunca le había preguntado. De hecho ella, había evitado todos los temas relacionados con su madre, con los trolls y los vientos. Ahora ella lamentaba no haberle preguntado todo.

Gail negó con la cabeza. "No lo sé", dijo.

"Una noche, me fui a dormir, y cuando desperté, estaba sobre el hielo y el Rey Oso polar me llevaba a casa."

El silencio cayó sobre la cocina. Era imposible no escuchar la voz de Abuelita cada vez que Cassie miraba a su madre. La hija del viento del norte, libre del castillo troll. Y así, el oso llevo a la hija del viento del norte con su marido humano. . .En la estufa, las burbujas se desbordaron de una cacerola, y la hornilla silbo.

"Se queman los frijoles!" Papá se abalanzó abruptamente sobre la cacerola.

Una mirada de alivio destellaba en su rostro, visiblemente ansioso por la distracción, Gail se alejo de Cassie y deslizó un tazón bajo el codo de su padre, para que las habas cayeran en el. Gail tomó la cacerola, y el coloco la olla en el fregadero y luego el plato a la mesa. Parecía un baile, un baile bien ensayado, que no incluía a Cassie.

De repente ella pensó en el baile con el oso en el salón y luego aparto con firmeza ese pensamiento.

"¿Dónde está la Abuela?" Cassie le preguntó.

"Ella regreso a Fairbanks?"

"Luego de un mes Yo volé, después de que tú te marcharas", dijo Max.

"Ella esperó un mes, en caso de que volvieras."

Cassie nunca tuvo la intención de preocupar también a la Abuela. Ella le debía un montón de disculpas.

"Cassie", dijo papá ", los demás no saben nada sobre. . . todo."

Ella parpadeó. "¿Cómo es que no lo saben?" dijo ella.

Max y Owen lo sabían. Por supuesto, ellos habían conocido a la madre de Cassie mucho antes, y los otros no la habían conocido tanto, pero aún así. Su madre había vuelto de entre los muertos. Sin duda, deben de haber notado algo.

"La historia fue que pensaron que ella estaba muerta", dijo Max con entusiasmo.

"Pero en realidad estaba en coma y nadie sabía quién era, y un día se despertó. Tan pronto como fue liberada del hospital, voló aquí para sorprender a tu padre. "

Cassie estaba boquiabierta. Esa era la historia más estúpida que jamás había oído.

"Ellos creyeron eso? ¿Qué telenovela plagiaste? "

Max se encogió de hombros y miró apenado.

"Decidimos que era lo mejor," dijo Papá, "para tratar de conservar la normalidad. Por el bien de tu madre. "

Antes que Cassie pudiera responder, los dos investigadores Scott y Liam cayeron en la cocina. De golpe Cassie se dio cuenta que había pasado tanto tiempo desde que ella había pensado en ellos que casi olvido que se parecían.

Scott la miro primero. Él sonrió abiertamente. "Cassie?" Él la golpeó en la espalda. "Me alegro de verte. ¿Cómo has estado? ¿Qué hay para cenar? "

Metió una cuchara en el recipiente de los frijoles y a horcajadas se sentó sobre una silla.
Liam le estrechó la mano. "Te has perdido de una gran temporada", dijo. "¿Cómo está Fairbanks?"

Lanzó una mirada a su padre. Si él les había comentado que Gail había estado en coma, que será lo que les dijo sobre lo que le ocurrió a Cassie?

"Muy bien", dijo Cassie. Papá asintió con la cabeza.

Jeremy piso con fuerza en la habitación. "El nitrógeno líquido se congelaría a esta temperatura."

Después de quitarse sus guantes, comió sus frijoles. Con la boca llena, asintió con la cabeza casualmente hacia Cassie, como si no se hubiera ido toda la temporada de migración.

“Lo sé, lo sé, todavía estoy aquí ", dijo.

"Él me debe tres meses más", dijo papá mientras le entregaba un tazón de frijoles a Cassie.
Aplastando los granos en sus dientes, Jeremy dijo, "Y entonces me marcho de esta nevera. Al hermoso y suave LA para cambiar mi concentración en las selvas del Amazonas. "
Gail bromeó, "Tu te quejarías de las quemaduras solares en Los Ángeles, y tu te derretirías en el Amazonas."

Ella le sonrió a Jeremy con una sonrisa llena de dientes. Cassie pronto sintió que su corazón se apretó. Su madre era una extraña con su hija pero no con sus amigos y hasta con ese novato, caradura, que ni siquiera era de la familia y que no podía realizar un seguimiento a un oso polar en un zoo? Cassie revolvió sus granos, sin hambre.

Jeremy movió la cuchara. "Marque bien mis palabras: que el infierno se congele. Nunca debería haber elegido una investigación en el Ártico. Pero soy lo suficientemente hombre para cambiar. "

Cassie busco algo inofensivo para comentar. "Como. . . ¿cómo están los osos?"La cara de Scott se iluminó. "Para fines específicos un centenar en veintiséis años. Y treinta y dos más que los del NPI. "

Este era el Instituto Nacional Polar que estaba a ciento cincuenta millas al oeste, cerca de la Bahía de Prudhoe y era lo más parecido a un rival de fútbol que la estación del este de Beaufort podría tener.

"No es que los estemos contando", agregó Max cuando él se sentó en su taburete y se sirvió arroz y frijoles.

"Claro que no”, dijo Cassie. "¿Tú solo volviste para visitar al personal?"

Sonriendo aún más ampliamente, Max dijo: "Tenemos una concesión. Es válida por dos años."
"En conjunto con NPI y los chicos del mar de Chukchi," dijo Liam.

"Pero Max está de regreso con el personal, y Owen obtuvo su equipo de ordenadores nuevos. Muy vistosos."

Max estaba de vuelta! Y había conseguido la concesión! Y ella se lo había perdido.

"Eso es maravilloso!", Dijo ella, con el mismo entusiasmo que pudo. En realidad, era una noticia maravillosa. Había deseado por muchos años que Max volviera. Cassie sonrió a su ex niñera.

"¿Cuál es la concesión?"

"Comportarse lo mejor posible", respondió papá.

"Las cinco naciones con osos polares están participando, pero somos los que combinamos los datos."

"Nos mantenían fuera para intervenir en las guaridas, hasta que Max regreso de nuevo con el personal. Actividades de explorador sobre el hielo con los faros. Es tu tipo de cosas, chiquilla ", dijo Scott.

"Lo siento te lo perdiste."

Jeremy visiblemente se estremeció. "Enfermizamente suicida."

"Tu no has comido", dijo papá.

"Que suerte", dijo Jeremy. "Me alegro de que esto haya terminado."

Ella se había perdido todo. Bueno, ella estaba de regreso y no se perdería otra cosa. Por el rabillo del ojo, Cassie, miro a Gail en un taburete y ella aliso la servilleta en su regazo. Ahora estoy en casa, pensó Cassie y aquí me quedare.

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De un tiro Cassie se puso en posición vertical sobre su cama. ¿Qué demonios fue eso?

"¿Oso?", Dijo ella. Una mujer estaba gritando. Le tomó varios segundos recordar dónde había estado y unos segundos más para recordar que otra mujer se encontraba en la estación.

Su madre estaba gritando.Cassie se saco fuera el cobertor y llego a la puerta de su dormitorio. Salió de la habitación hasta llegar a la de su padre. Y los gritos disminuyeron a sollozos.

"Está bien", su padre decía. "Tú estás aquí. Tú eres libre. Todo termino. Todo está bien. No te llevarán de nuevo. "

"No lo sé." La voz de su madre sonaba rota.

Cassie empujo la puerta. "¿Mamá?, ¿Gail?" Ella se detuvo en la puerta.

Su madre estaba acurrucada contra su papá y lloraba en su hombro.Papá levantó la cabeza, y su expresión fue tan cruda que Cassie tuvo que apartar la mirada.

"Una pesadilla", dijo a Cassie.

"Ella va a estar bien. Vuelve a la cama. "

Cassie dio un paso hacia la puerta. Ella quería retirarse. Ella no sabía qué hacer con su madre llorando de esa manera y su padre se miraba así. . . tan afectado, tan impotente. Cada pliegue de su cara era una profunda sombra. Sus ojos parecían manchas de agujeros.

"¿Estás seguro?", Preguntó ella.

"Si", dijo. El presiono su rostro contra el cabello de su madre y ella sabía que él y ella desean que se fuera. Cassie se retiró de la puerta y la cerró detrás de ella. Ella vaciló en el pasillo. Podía escuchar la voz de su padre claramente a través de la puerta.

"El mismo sueño?", Dijo.Cassie no podía oír la respuesta.

"La culpa es mía", dijo él. "Te he fallado. Yo debería haberte salvado. La culpa es mía. Ódiame. Pero no tengas miedo. Tú no tienes que temer. Se acabo. Es todo. “Ahora tu estas en casa.”


Fin del Capitulo


Traducido x Rania

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Ay... esta Cassie está Loca, miren que criticar el atuendo de su madre….ni que fueran Fashionistas los Trolls, jejejejeje!

Nenas mil disculpas por la tardanza, es que tengo a mi nena enfermita y no me da ni una para que pueda hacer nada…U.U.

Espero que Clo les cuelgue más tarde el capitulo 11.

Bss. Nenas.

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